Una persona proactiva se caracteriza por tener la iniciativa y capacidad para anticiparse a los problemas o necesidades futuras*. En este sentido, como lo mencionamos en el artículo anterior “¿Cómo Puedo Convertirme en el Empleado que las Empresa Necesitan?”, si quieres progresar profesionalmente debes concentrar tus esfuerzos en mejorar las siguientes 3 habilidades, y pronto serás reconocido como una persona proactiva en tu trabajo.
Metodología de trabajo:
Si quieres ser proactivo debes empezar por ser productivo, de esta manera harás un mejor uso del tiempo y como resultado tendrás más tiempo disponible para implementar nuevas ideas.
Si quieres aumentar tu productividad, te recomendamos realizar una planeación a corto, mediano y largo plazo, detallando las actividades que debes ejecutar para cumplir con todos los compromisos, y de esta manera tendrás más claridad y confianza en tu día a día y mayor control de tu progreso.
También es importante que aprendas a reducir las distracciones que impactan tu desempeño, como el impulso de revisar constantemente el correo electrónico y las redes sociales, participar en “demasiadas” reuniones, o simplemente trabajar en modo multitasking improductivo.
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Productivos (Paso a Paso).
Visión/perspectiva:
Con más tiempo disponible como resultado de haber implementado una metodología de trabajo productiva, puedes mejorar tu habilidad de interpretar tu contexto laboral para anticiparte a los cambios, necesidades y problemas que se presentan en tu vida profesional.
Utiliza este tiempo extra para capacitarte y aprender a hacer tu trabajo mejor, para proponer ideas que solucionen los errores más comunes que se cometen en tu trabajo y para imaginar cómo hacer las cosas mejor.
Evita convertirte en el visionario soñador que pasa mayor parte del tiempo imaginando el futuro sin tomar acción y busca convertirte en un visionario implementador que cambia las cosas hoy para obtener un mejor futuro.
Motivación:
No sirve de nada tener tiempo libre y desarrollar la habilidad de anticiparse a los problemas, si no utilizas estos recursos para mejorar continuamente en tu trabajo.
Recuerda que el impulso para avanzar surge al conectar tus intereses personales, con los intereses de tu equipo de trabajo y con los intereses de las empresas donde trabajas, además obtienes otros beneficios no económicos que complementan tu vida y la llenan de satisfacción.
Muchas veces nosotros mismos somos el principal obstáculo para ser proactivos y prosperar profesionalmente, pero la manera de evitarlo es quitándonos todas las mañanas la máscara detrás de la cual preferimos escondernos y que contiene todo nuestro potencial para progresar.
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