miércoles, 20 de noviembre de 2019

Mejor Comunicación, más Liderazgo y Trabajo en Equipo Aumentan la Productividad

Comunicación + Liderazgo + Trabajo en Equipo = Productividad

Continuando con el objetivo de mejorar la productividad de nuestro equipo de trabajo, iniciado en el anterior artículo (¿Cómo Puedo Evaluar la Productividad de mi Equipo de Trabajo?), explicaremos y daremos tips para mejorar la comunicación, el liderazgo y el trabajo en equipo en nuestra empresa.


Comunicación: 

La comunicación es tal vez la habilidad que más impacta nuestra productividad porque en la medida en que logramos expresar lo que necesitamos de manera clara, aumentamos la probabilidad de recibir la información que solicitamos de buena calidad, sin tener que modificarla, complementarla o volverla a hacer. 


Una buena comunicación es responsabilidad de los 2 interlocutores, y para mejorarla sugerimos adquirir el hábito de confirmar si entendió o le entendieron bien. Esto se puede lograr con preguntas como: ¿sí pude explicarme bien?, ¿entendiste bien que es lo que hay que hacer?, o ¿si le entendí bien, lo que usted necesita es: …?  


Liderazgo: 

El liderazgo tiene un impacto muy grande en la productividad de un equipo, pero al ser un concepto subjetivo, muchos jefes tienen dificultades para cuantificarlo y por este motivo no se promueve activamente. Sin embargo, para promover el liderazgo en nuestro equipo de trabajo, sugerimos relacionarlo con la habilidad que tienen nuestros compañeros para tomar la iniciativa ante una tarea que se debe realizar.  


Una manera muy efectiva de lograr que los empleados tomen más la iniciativa es involucrándolos en las decisiones del equipo. Una simple pregunta como: ¿José, usted que piensa de esto?, puede generar que las personas se sientan valoradas, y esto puede ser suficiente para despertar el deseo por participar activamente. Y es importante resaltar que un equipo en el que todos los miembros toman la iniciativa es un equipo equilibrado en su carga laboral, en el que todos los miembros reciben reconocimiento por su trabajo, y en el que el trabajo final se nutre de los aportes de cada uno de sus miembros. 


Trabajo en equipo: 

El trabajo en equipo también puede ser difícil de cuantificar, pero sugerimos asociarlo con el aporte que hace cada miembro a los trabajos asignados, bien sea que se realicen individual o colectivamente. Este aporte debe ser valorado desde un punto de vista técnico, pero también desde un punto de vista comportamental. 


Mientras el aporte técnico se relaciona con los conocimientos que tiene el empleado respecto a la tarea que se le encargó, y generalmente es evaluado de manera continua, el aporte comportamental no es muy evaluado, y puede tener un impacto aun más significativo sobre la productividad, y hace referencia a la habilidad del empleado para fluir en el trabajo, permanecer positivo ante la presión y/o las adversidades, y generar un ambiente de trabajo agradable. 


Concluimos resaltando el error que cometen la mayoría de empresas implementando procesos de contratación en los que se concentran en revisar los antecedentes, los diplomas, y la experiencia profesional de los candidatos, sin prestar atención a sus capacidades reales de comunicación, liderazgo, y trabajo en equipo, que al final son las habilidades que van a determinar su productividad y la productividad total del equipo de trabajo que van a conformar.

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