En nuestro país las empresas que han vivido la experiencia de recibir una asesoría empresarial son la excepción y el principal motivo es porque se desconocen los beneficios que se pueden obtener y, en consecuencia, deducen que no la necesitan.
En realidad, así como las personas necesitamos ser escuchadas y recibir orientación, las empresas también se benefician con la gestión de consultores experimentados que conocen las mejores prácticas comerciales, operacionales y recursos humanos a nivel nacional e internacional.
¿Cuáles son las principales excusas por las cuales las empresas no acceden a una asesoría empresarial para mejorar su productividad?
Dinero:
Los gerentes piensan que el dinero que deben invertir no va a generar frutos o los resultados se van a ver a largo plazo, y prefieren invertir esos recursos en necesidades más inmediatas como gastos de funcionamiento.
Es importante aclarar que las asesorías empresariales pueden plantearse para solucionar problemas de corto, mediano o largo plazo, dependiendo de las necesidades de la empresa.
En este sentido, es importante resaltar que hay problemas que se pueden resolver a corto plazo y que tienen gran impacto sobre la productividad de las empresas, como: los desperdicios de materia prima, el mal costeo de los productos o servicios comercializados, los altos tiempos de producción, la mala calidad de los productos, entre otros.
Lo más interesante es que en promedio, este tipo de situaciones pueden ser solucionadas en un marco de tiempo inferior a un mes, con importantes incrementos en la rentabilidad de las empresas, permitiéndoles recuperar muy pronto la inversión realizada.
Desconfianza:
Otro problema por el que las empresas no acceden a los servicios de consultoría privada o subsidiada por el Gobierno, es porque los gerentes piensan que a parte de ellos, nadie más entiende los problemas de su empresa y al ser su responsabilidad, tienen que solucionarlos solos.
Es cierto que el gerente es quien mejor conoce los problemas de la empresa, pero en la mayoría de los casos no tienen tiempo suficiente para solucionarlos y es aquí cuando la experiencia de un consultor resulta muy útil.
Quizás no sea obvio, pero la mayoría de las empresas presentan problemas similares, independientemente del sector económico al que pertenezcan o del momento en el que se presenten estos problemas.
Así que no piense que el consultor viene a juzgarlo, y apóyese en la experiencia que el consultor ha adquirido solucionando diferentes problemas en muchas industrias, para que su empresa logre implementar las mejores prácticas industriales a nivel internacional y se destaque de la competencia.
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